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Cómo explicar a nuestros hijos e hijas qué es un ERTE y otros aspectos asociados

María Mata - Psicóloga Sanitaria

A raíz de este confinamiento, muchas empresas se han visto obligadas a realizar un ERTE a sus empleados y a su vez a las familias de estos. La tendencia como padres y madres es la de proteger a nuestros hijos e hijas y enseguida pensamos que las cuestiones laborales son temas de adultos. Sin embargo, esta situación va a repercutir directamente en ellos por varias cuestiones y por eso, recomendamos el hablar en la familia sobre esta situación.

A continuación, os dejamos pautas por edades, que os pueden ayudar para compartir con vuestros hijos e hijas la nueva situación que está presente en varios hogares españoles.

Algunas de las consecuencias que nos traen esta situación son:

-Repercusión económica familiar.

-Mayor tiempo en el hogar.

-Alteración emocional.

-Reorganización laboral/vital.

 

Hasta los seis años apenas van a poder entender que es un ERTE, sin embargo, sí que pueden percibir algunas de las consecuencias mencionadas, no solo el que estéis más en casa, ya que es algo que mucho lleváis haciendo desde que se decretó el estado de alarma, pero si en pequeños aspectos que, para los adultos, pueden pasan desapercibidos. Como hemos mencionado antes, una de las consecuencias es la repercusión en la economía familiar. Este hecho puede generar que estéis más nerviosos o preocupados, algo que sí perciben los pequeños de la casa. Te recomendamos que les expliques, que al igual que él o ella ha dejado de ir a la guarde o al cole y ha dejado de ver a los primos y abuelos, también tú has tenido cambios en el trabajo, “en el cole de papá o mamá”. Es importante remarcarles que estos cambios hacen que estéis más nerviosos/as, pero que no es por culpa suya, pues en estas edades tienden a atribuirse que las consecuencias externas han sido originadas por ellos. Hay que hacerles ver a los niños que esta situación es temporal, y que también puede traer cosas positivas como el poder disfrutar más tiempo con mamá y papá.

De los siete años hasta los doce años, pueden entender que vuestra situación laboral ha cambiado y que por tanto puede haber consecuencias. Si estáis más nerviosos o alterados, y en este caso, es bueno poder hablar de estas emociones, pedirle disculpas y aclararles que ellos no tienen responsabilidad sobre como os sentís, aunque sí pueden ayudar con su comportamiento. También habrá que explicarles que, al entrar menos dinero en casa, puede que tengamos que reducir algunos gastos, o tener más cuidado con los caprichos (si se da el caso). Es fundamental, abrir espacios para hablar con ellos, sin miedo, que te pregunten si es necesario, y nunca mentirles, aunque si trasmitirles calma y confianza con mensajes de que es algo temporal y nuevo para todos.

A partir de los doce años, entienden perfectamente la situación, podemos hablarles como adultos y responder a sus preguntas y preocupaciones abiertamente. Es importante que conozcan lo que está aconteciendo en la familia, porque así ellos entenderán mejor algunos cambios o reacciones de los adultos. Una manera sencilla de explicarlo es que, debido a la situación generada por el coronavirus, las empresas y comercios no están teniendo actividad. Este nuevo escenario provoca que no puedan mantenerse los puestos de trabajo y/o las mismas condiciones salariales.  “Ya sabes que la empresa de mamá se dedica a… y ahora pues como se han reducido los servicios, tenemos menos tareas que hacer y por eso han tomado esta medida”.

Independientemente de la edad de los menores, como padres y madres, tenemos la oportunidad de enseñarles que, de las dificultades, podemos reinventarnos, valorar las cosas que tenemos y salir fortalecidos de las mismas.

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