La importancia de la comunicación en nuestras relaciones
Dado que el ser humano es un ser social, que crece y se forma conviviendo con sus semejantes, es fundamental analizar cómo somos y cómo nos relacionamos y comunicamos con los demás. El hecho de que desde el nacimiento estemos conviviendo constantemente con otros, no siempre nos facilita las habilidades necesarias para superar las dificultades que surgen en nuestras relaciones interpersonales. Somos seres diferentes con referencias distintas acerca de la convivencia, y eso influye en que, en nuestras relaciones más personales, no siempre sepamos conciliar nuestros desiguales modos de entender la realidad.
Una de las dificultades más habituales se debe, precisamente, a nuestras inapropiadas formas de comunicarnos. Escucharnos, entendernos y ponernos en el lugar del otro es algo que damos por sabido, pero que no se nos ha enseñado realmente y nuestros modelos pueden resultar deficitarios. Es muy frecuente que ni las parejas ni las familias tengan una buena comunicación, fluida y enriquecedora.
Esta situación se ve agravada por nuestra falta de hábito para analizar nuestro propio estado anímico, nuestra realidad interna. Es preciso tener siempre una conciencia clara de cómo estamos para saber transmitir al otro nuestras necesidades más profundas. Si esto no es así, nuestras relaciones pueden resultar insatisfactorias e incluso frustrantes.
Otra circunstancia que condiciona nuestra convivencia, sobre todo en la pareja, son las diferencias educativas entre hombres y mujeres, que aún hoy en día se siguen dando. Parece que somos de mundos muy distintos, y no siempre nos resulta fácil comprendernos y conciliar nuestras discrepancias para lograr una relación equilibrada. En nuestros conflictos tendemos, bien a ceder o bien a imponernos tomando el control, lo cual desnivela la relación apareciendo la desigualdad.
Un tratamiento adecuado aborda éstas y otras dificultades que pueden aparecer a la hora de relacionarnos con los demás, y facilita las estrategias necesarias para comunicarse adecuadamente y conseguir unas relaciones equilibradas y sanas, lo que ayuda a lograr una alta satisfacción personal y una mejora en la autoestima.